Un cambio de mente y corazón que resulta en un giro completo del pecado hacia Dios
Ser declarado justo y libre de culpa por Dios a través de la fe en la obra redentora de Cristo
La obra del Espíritu Santo que imparte vida espiritual y una nueva naturaleza al creyente
La experiencia espiritual donde la persona se convierte en una nueva creación en Cristo (Juan 3:3)
El proceso continuo de ser apartado del pecado y crecer en la semejanza de Cristo.
Un llamado a vivir una vida dedicada a Dios, marcada por la pureza moral y la rectitud.
Un símbolo externo de la muerte, sepultura y resurrección del creyente con Cristo.
Una experiencia posterior a la salvación que da poder para el ministerio y el servicio.
La evidencia inicial del Bautismo en el Espíritu Santo, usado para la edificación personal.
Los dones del Espíritu (1 Corintios 12) son operativos hoy para la edificación de la Iglesia.
El cuerpo de Cristo, compuesto por todos los creyentes, reunidos para adoración y compañerismo.
Un acto de obediencia y adoración para apoyar la obra de Dios y el ministerio.
La esperanza bienaventurada, el retorno personal e inminente de Jesucristo.
Un acto conmemorativo del sufrimiento y la muerte de nuestro Señor Jesucristo.
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